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COMISIÓN DE LA VERDAD PARA ASESINOS DEL 4F 1.992.
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EL 4 DE FEBRERO: UN GOLPE PERMITIDO
Por: Pablo Hernádez Parra
La agenda oculta del Sr. Chávez
Por: Pablo Hernádez Parra
La agenda oculta del Sr. Chávez
A menudo se dice “La historia la escriben los vencedores”, y esta frase, más que esclarecer los hechos de la historia, los oscurecen; porque los vencedores más que escribirla, la deforman, la falsifican y sobre todo la ocultan. Si décadas después se desclasifican documentos secretos, o se conocen nuevos hechos o escritos, estos no varían en mucho la versión de la historia oficial contada y los mitos, cuentos y leyendas se difunden hasta convertirse en “verdades históricas.
Los personajes protagónicos de la historia - siempre los personajes e individuos, nunca los pueblos y trabajadores- , terminan como héroes o villanos en esa historia y esta termina, como una historia solo de ideas y personajes, no como una lucha de clases; donde los verdaderos intereses y objetivos de las clases dominantes quedan ocultos; asumiendo estos intereses los más diversos disfraces y caretas.
Sobre el golpe militar del 4 de febrero de 1992, se han escrito miles de páginas. El historiador Agustín Blanco Muñoz en su colección “TESTIMONIOS VIOLENTOS” ha entrevistado a los más diversos protagonistas que participaron en ese levantamiento militar de ambos lados. Por su parte el fallecido Alberto Garrido hizo de la “revolución bolivariana”, una verdadera industria editorial, sin que esto signifique una desvalorización de su obra y de la importancia de lo recolectado, por él. Igualmente los más diversos personajes, periodistas y políticos desde Carlos Andrés Pérez hasta Mario Iván Carratú Molina, pasando por el ministro de la defensa durante el golpe, el General Ochoa Antich y la simpática agente imperial Eva Golinger, han escrito u opinado sobre el tema.
Sin embargo lo común en estas miles de páginas escritas sobre el golpe; es que hasta ahora ninguno de los protagonistas o participantes en el mismo han respondido a la elemental pregunta que uno de los sargentos del batallón de paracaidistas comandado por Chávez, le hace a éste en Maracay, la noche del 3 de febrero, poco antes de partir hacia Caracas: “comandante, que dicen los gringos de esto”.
Y esta es en realidad, la pregunta y el enigma clave en todos golpes en América Latina, por lo menos desde la GUERRA FRÍA. Se puede dar un golpe militar contra el gobierno de turno, por parte de una fracción de cualquier ejército latinoamericano con el apoyo o no de la respectiva embajada de Estados Unidos, pero nunca sin que, la tenebrosa CIA y el resto de organismo de inteligencia al servicio del gobierno norteamericano, no tengan conocimientos del mismo.
Precisamente nuestra simpática “Mata-Hari” Golinger en su libro “LA MIRADA DEL IMPERIO SOBRE EL 4F” basado en supuestos documentos desclasificados de Washington sobre la rebelión militar en Venezuela del 4 de febrero de 1992, a lo largo de más de 150 páginas y decenas de “documentos” trata de demostrar que:
“A pesar de que las agencias de Washington, como la CIA y el Pentágono, proyectan una imagen de sabelotodo, para sorpresa de muchos, Washington no estaba informado sobre los planes del Movimiento Bolivariano Revolucionario 200 y lo que sucedería el 4 de febrero de 1992. En algunos documentos admiten que no sabían ni quienes estaban liderando la insurrección militar, ni cuáles eran sus objetivos, aunque si repiten una y otra vez, en diferentes memorandos, que el pueblo venezolano estaba muy descontento con las políticas económicas de Carlos Andrés Pérez y su tolerancia con la corrupción.” (Pag. 17)
Claro los documentos “desclasificados” que nuestra moderna Mata-Hari nos presenta, son todos del 4 de febrero de 1992 o posterior a la fecha. No hay ningún documentos de los mostrados y traducido por la Sra. Golinger antes del 4F, y era de esperarse. Hay que ocultar las relaciones de la embajada yanqui con el cachorro del pentágono que insurge el 4F, luego de más de 10 años de conspirar con la mayor libertad, permiso e impunidad en el seno del ejército, en una verdadera crónica de un golpe anunciado.
Esta versión que, nuestra moderna Mata-Hari, nos quiere vender la remata con un caramelo de exquisito sabor para la masa chavista, “Chávez y sus hermanos rebeldes engañaron al poderoso imperio ese 4 de febrero de 1992…”( Ídem)
En pocas palabras estamos en presencia de un personaje que mezcla las enseñanzas del legendario Sun Tzu con el conocimiento, destreza y valor de los grandes generales de la historia, incluyendo a Bolívar, del cual Chávez se considera su reencarnación. Claro el frustrado golpe y sobre todo el cuestionable papel del “comandante “viendo” desde el MUSEO DE LA PLANICIE como los capitanes eran derrotados por las fuerzas del gobierno de CAP cuando intentaban tomar el Palacio de Miraflores, pone en entredicho las capacidades militares del nieto de Maisanta, Este evidentemente acto de cobardía y vacilación, que lo ha explicado el “comandante Chávez, solo con un “Me sentía solo”, como les confiesa a Arias Cárdenas y Urdaneta Hernández, su inexplicable inhibición y vacilación desde su puesto de mando el 4-F.
Según la versión de la Sra. Mata-Hari, resulta que en el principal yacimientos petrolero del hemisferio occidental, el cual ha sido controlado por Estados Unidos por lo menos desde los años 20 del siglo pasado; en el país de donde el imperio del capital recibe más de 2 millones de barriles de petróleo diariamente, se estaba gestando un golpe que lo conocía media Venezuela- la otra mitad participaba en el mismo-, y la embajada Americana, La CIA, el MOSAD, el M16, en fin los organismos de inteligencia del imperio mundial no sabían nada y fueron engañados por “Chavez y sus hermanos rebeldes”. A ésta Sra. Solo le pedimos que en la próxima entrega nos cuente una de vaqueros.
Agustín Blanco Muñoz (A.B.M) a todos los comandantes y personajes participantes en el golpe del 4-F que interrogó, incluyendo al comandante Pedro Luis, les demuestra hasta la saciedad que no solo el 4F fue un golpe permitido, sino una conspiración anunciada y auspiciada, y en todos los casos que les planteó esta hipótesis – teoría a los involucrados, todos negaron esta idea, la rechazaron y algunos se enfurecieron, como el caso del propio Chávez. Solo Herma Marksman, que no tiene intereses ocultos que defender, ni necesidad “política “de disfrazar lo ocurrido, como pretenden muchos de los entrevistados, coincide con A.B.M. y nos da las clave para comenzar a armar el rompecabezas del pasado oculto del 4F:
“Yo siempre he dicho, y lo sostendré hasta el final, que el 04 de febrero estaba condenado al fracaso porque nadie estaba jugando limpio. Claro, lo puedo afirmar ahora por todas las cosas que he sabido y que he averiguado después. Un movimiento como ese, con un objetivo de muchos riesgos, si tú no crees en mí y yo no creo en ti, no hay nada que hacer. Y yo sentí que eso fue así. Ni los capitanes, ni Hugo estaban jugando limpio, ni el mismo Francisco Arias. Y a veces yo me pregunto ¿hasta dónde Ochoa Antich jugó limpio?” (CHAVEZ ME UTILIZO, pagina 72.)
“Por eso es que se ha manejado que quizás detrás de toda esta conspiración, que era prácticamente abierta, y estaba casi delatada, había como una mano peluda que trataba de que ese objetivo se cumpliera, quizás para un contragolpe esa noche, qué se yo. Por eso es que te digo que nadie estaba jugando limpio.” (CHAVEZ ME UTILIZO, pagina 142.)
En esta opinión coincide con Pablo Medina: “...Algo indicaba que, más allá de Joel, de Arias, de Urdaneta, de Chávez había una mano invisible que actuaba colocando con mando de tropa a estos oficiales que ya habían alcanzado el grado de comandante….Yo creo que alguien estaba trabajando para tener “el mango bajito”, para agarrarlo sin hacer ningún esfuerzo “(A. Garrido, Testimonios de la Revolución Bolivariana, pag 101)
Pero el mayor aporte de Herma al esclarecimiento de los hechos, es lo que descubre después del 4 de Febrero:
“Porque otra cosa que descubrí, después del 04F, es que él – Chávez- manejaba como varias agendas. Se reunía con distintos tipo de gente, y las mantenía aisladas y en el mayor secreto. Solo él las controlaba, entonces hoy son como incógnitas para uno. Y eso lo sentí yo en el San Carlos y en la cárcel cuando empecé a ver cosas que no entendía.” (Chavez me utilizo, página 74, subrayados nuestros)
Hoy el propio Sr. Chávez nos da la clave del golpe permitido y auspiciado, y nos indica el camino para despejar las incógnitas que se pregunta Herma. En el Alo Presidente del 27 de febrero del 2007, confiesa públicamente su principal agenda secreta:
…”La embajada norteamericana, por supuesto, tenía entrada libre aquí- en Miraflores, N.N-, los embajadores, me consta. Yo llegué a volar en el avión de la embajada de los Estados Unidos, porque yo era audaz, yo andaba jugando duro por dentro del Ejército. Yo me hice amigo de los militares estadounidenses, de la embajada; me acuerdo de Hugo Poseí, a su casa iba en Prados del Este…A mi ascenso, en Barinas, un año después a teniente coronel, fueron el coronel y los agregados militares de los Estados Unidos en el avión de la Embajada, y se llevaron un poco de gente de Caracas que fueron a Barinas a la celebración del ascenso. Así jugaba yo, bueno así juego yo, no es que jugaba, juego…” (ALÓ PRESIDENTE, programa N° 269 (radial) Sala de Prensa Simón Bolívar, Palacio de Miraflores.\, Martes, 27 de febrero de 2007).
Como se dice en derecho, “a confesión de parte relevo de pruebas”. Resulta que nuestro conspirador estrella, no solo tenía relaciones con la embajada y militares de EE.UU, sino que después del Caracazo, donde la conspiración se acelero y el orden dominante encabezado por los Notables y la embajada yanqui, incrementaron el esfuerzo por solucionar la crisis de gobernabilidad planteada, ocurre algo sin parangón en la historia de las conspiraciones en el país; los “novicios y estúpidos” militares y agentes de la embajada yanqui van a Barinas a felicitar y celebrar con Chávez su ascenso a teniente coronel y por ende su acceso al mando de tropa, por que como “buenos amigos” e ingenuos agentes de inteligencia solo querían celebrar con el amigo su ascenso. Nuestra Mata- Hari nos debe explicar muy bien, como es que la embajada yanqui y el Pentágono, no sabían del golpe, cuando incluso tenían un agente de enlace, el Sr. Héctor Poseí, con nuestro conspirador impune y en ascenso, y sobre todo sin olvidar jamás, como decía John Foster Dulles "Los Estados Unidos no tienen amigos sino intereses". ¿Cuál era el interés de la embajada yanqui con el ascenso del nuevo teniente coronel en 1990?
Esta confesión de Chávez es una valiosa pieza en el rompecabezas que explica el pasado oscuro del 4-F, y muchas de las incógnitas que no solo Herma, Pablo Medina, Urdaneta Hernández, Arias, Rojas Suarez, Blanco La Cruz, el sargento Freitas y muchos de los participantes del 4- F, se hicieron y se hacen no solo sobre lo ocurrido el día del levantamiento, sino a lo largo de toda la conspiración, especialmente entre el 27 de febrero de 1989 y el 4 de febrero de 1992.
A partir de esta información-clave y de otras que ha ido apareciendo es que pretendemos desentrañar en un trabajo en preparación, el pasado oculto del 4-F y su historia como un golpe permitido, como acertadamente lo calificara A.B.M, y demostrar la continuidad histórica, de clase del Estado venezolano, donde el Sr. Chávez no es más que el nuevo representante político del gran capital criollo e internacional, especialmente petrolero y cuya misión histórica no es otra cosa que terminar la reforma del Estado iniciada con Luis Herrera, que como programa político- económico es el gran objetivo de la burguesía en este periodo de decadencia del capitalismo mundial.
La consecuencia más importante del 4F fue precisamente la apertura petrolera, la privatización de algunas empresas del Estado y la crisis bancaria que permitió el regreso a Venezuela del capital petrolero y bancario internacional. Todas estas medidas, son consecuencias directas del fin del “Estado de bienestar” que se habían iniciado desde la época de CAP-Luis Herrera. La crisis económica- social se incrementa después del Viernes Negro y se acelera con el 27F, y 4F creando una verdadera crisis de gobernabilidad para el orden establecido. Precisamente uno de los personajes que renace como él Ave Fénix el 4F del 92 con su célebre discurso en el congreso, el Sr. Caldera, es la cabeza de los NOTABLES, quienes están detrás del golpe y que como en toda historia oficial, pocos tocan, y algunos ni siquiera los mencionan. Todos los personajes desde Chávez hasta Carratú Molina se empeñan en subestimar u ocultar el activo papel que juegan los Notables, la embajada yanqui y otros personajes, en la preparación y apoyo al golpe militar, especialmente luego del 27-F.
Es Caldera quien recoge “el mango bajito”, que cae después del 4-F; y que se pregunta Pablo Medina en sus reflexiones. Caldera le da una solución transitoria a la crisis de gobernabilidad creada a partir del 27F, es él quien lleva adelante las primeras medidas de transición para liquidar al viejo estado benefactor comenzando por la apertura petrolera, el rescate financiero, las privatizaciones, la incorporación de la izquierda permitida, incluyendo al PCV, y golpistas a su gobierno, la “pacificación de Bandera Roja y con la libertad que le otorga a Chávez crea las condiciones necesarias para que el cachorro del Pentágono, educado, entrenado y protegido desde los años 80, sea el “nuevo “mesías del capital, enfrentado a los partidos, que promete no pagar la deuda y freír en aceite la cabeza de los adeco; que lleve adelante la parte final de la reforma del Estado en Venezuela, en esta época de reacomodo mundial planteado por el capital internacional en esta nueva fase del imperialismo..
Chávez representa la continuidad histórica del mismo modelo de dominación capitalista al cual ha estado sometida la sociedad venezolana desde hace siglos, y sobre todo el que se asienta en la renta petrolera. Mi amigo Víctor Poleo me preguntaba que Chávez está destruyendo al país, mientras que en el pasado, mal que bien desde Gómez hasta Punto Fijo, el país se desarrolló y construyó la base material de la moderna sociedad venezolana. La respuesta a esta aparente contradicción está en la historia del capitalismo en el país desde Gómez hasta hoy.
Con la llegada de la explotación petrolera al país, y el surgimiento de nuevas clases sociales, y nuevas necesidades económicas y política, la misión histórica de todos los gobiernos desde Gómez hasta por lo menos el primer gobierno de CAP, independientemente del carácter civil o militar de estos gobiernos, era llevar adelante las tareas política, económicas y sociales que se corresponde con una sociedad capitalista que está sustituyendo a un viejo orden feudal. Democracia, reforma agraria, nacionalizaciones, infraestructuras, industrialización, urbanización, planes sociales de educación, vivienda y salud etc., fueron llevadas a partir de un Estado que como propietario de la renta petrolera tuvo que llevar adelante las tareas principales que el capitalismo imponía en su desarrollo, incluyendo la formación de una burguesía parasitaria y lumpen que ha hecho de la corrupción y el robo al tesoro público su principal fuente de acumulación de capital.
Desde los años finales de C.A.P, pero sobre todo a partir del gobierno de Luis Herrera y su propuesta de reforma del Estado, que comienza con el Viernes Negro y la liberación de los precios; la misión histórica de los gobiernos de turno hasta Chávez es privatizar las empresas y activos rentables del Estado y nacionalizar los activos y empresas quebradas o en venta del capital privado, tal como Pedro Tinoco y Fedecámaras lo definieron a comienzos de la década de 1960. En otras palabras el viejo Estado benefactor, paternalista que fue la palanca fundamental en el establecimiento del capitalismo en el país debe ser destruido y precisamente el Sr. Chávez es el conspirador primero y luego candidato presidencial permitido y apoyado por los sectores dominantes para coronar esa misión, y no estuvo mal la escogencia por que el propio Chavez repite una y otra vez una de sus frases favoritas: ¡yo todo lo que toco lo destruyo! (Confesión de Hugo Chavez a Herma Marksman, en Chavez me
4 de febrero de 1992
Entre los días 3 y 4 de febrero de 1992 un golpe militar fallido intentó derrocar al entonces Presidente de la República, Carlos Andrés Pérez. Estuvieron comprometidas en la asonada, guarniciones militares de los estados Aragua, Carabobo, Miranda, Zulia y el Distrito Federal. El alzamiento—denominado Operación Zamora—se inició en la tarde del día 3 y estalló en la noche, al retornar al país el presidente Pérez, luego de su participación en el Foro Económico Mundial, en la ciudad de Davos (Suiza). Los responsables eran miembros de una agrupación clandestina existente en el seno de las Fuerzas Armadas, conocida como Movimiento Bolivariano MBR-200. Dicha organización fue fundada en 1983 por los entonces capitanes del Ejército Hugo Chávez Frías, Felipe Acosta Carlés y Jesús Urdaneta Hernández, quienes se desempeñaban como instructores de la Academia Militar. Debido a que entre sus miembros figuraban oficiales de graduaciones medias tales como comandantes, mayores, capitanes, tenientes y tenientes-coroneles, dicho movimiento se conoció como COMACATE. Asimismo, buena parte de los integrantes pertenecían a la promoción Simón Bolívar, la cual egresó de la Escuela Militar en 1975.
En relación a las razones argumentadas por los oficiales golpistas, tenemos que las mismas eran la gestión política y económica del Presidente Pérez; el descontento de los sectores medios y bajos de las Fuerzas Armadas por los hechos de corrupción verificados en los altos mandos militares; la subordinación de las Fuerzas Armadas a un liderazgo político que consideraban incapaz y corrupto; la utilización de las Fuerzas Armadas, en particular el Ejército y la Guardia Nacional, en la represión de los disturbios del 27 de febrero de 1989; el cuestionamiento a la posición sostenida por el presidente Pérez en las negociaciones relativas a la delimitación limítrofe con Colombia; el deterioro de las condiciones socioeconómicas de la oficialidad media y baja de las tropas; y el empleo de las Fuerzas Armadas en labores como repartición de útiles escolares, becas alimentarias, campañas de vacunación y de arborización. De acuerdo con los alzados su acción estaba justificada por la interpretación del artículo 132 de la Constitución Nacional de 1961, según el cual se consagraba a las Fuerzas Armadas la defensa nacional, la estabilidad de las instituciones democráticas y el respeto a la Constitución y a las leyes, el cual estaba siendo vulnerado por el Gobierno de Pérez. No obstante, a pesar de lo anterior en entrevistas concedidas a la prensa, lo golpistas señalaron que lo mismos estaban conspirando desde hacía 10 años antes, aproximadamente durante el gobierno de Luis Herrera Campíns.
Los principales dirigentes de la acción golpista fueron los tenientes coroneles Hugo Chávez Frías, Francisco Arias Cárdenas, Joel Acosta Chirinos, Jesús Urdaneta Hernández y Jesús Ortiz Contreras. La toma de la región capital estuvo bajo la responsabilidad del teniente coronel Chávez Frías, quien dirigió las acciones desde el Museo Histórico Militar de La Planicie, y del teniente coronel Joel Acosta Chirinos, quien comandó las operaciones en la base aérea Generalísimo Francisco de Miranda, en La Carlota. Los combates en el Distrito Federal se iniciaron hacia las 11 p.m. del día 3 y los enfrentamientos más intensos tuvieron lugar en la residencia presidencial La Casona, en el Palacio de Miraflores y en la base aérea Francisco de Miranda. Otras acciones tuvieron lugar en el Fuerte Tiuna, donde se iniciaron las acciones golpistas, en las comandancias generales del Ejército y la Armada, en el Comando Regional núm. 5 y el Comando de Seguridad Urbana de la Guardia Nacional, la sede de la Disip en el Helicoide, en la sede de la Comandancia de la Policía Metropolitana en Cotiza y en Venezolana de Televisión (canal 8). A pesar de la magnitud del movimiento en la región capital, el presidente Pérez pudo sortear con éxito la situación, ya que a su llegada de Suiza estaban esperándolo el Ministro de la Defensa, general Fernando Ochoa Antich, y el Ministro de Interiores, Virgilio Ávila Vivas, quienes se habían trasladado al Aeropuerto Internacional de Maiquetía, para desarticular un presunto operativo destinado a detener al presidente Pérez. Una vez en la residencia presidencial, Pérez recibió a las 11 p.m. una llamada telefónica de Ochoa Antich en la que era informado de un alzamiento en el Fuerte Mara en el Zulia, por lo que decidió trasladarse al Palacio de Miraflores, evadiendo por escasos minutos la captura de los golpistas. Posteriormente, a las 12 p.m. Miraflores fue atacado por tanques y por una unidad de paracaidistas, produciéndose intensos combates que derivaron en múltiples heridos y muertos de ambas partes. Nuevamente, el presidente Pérez logro huir de sus captores dirigiéndose al canal 4 de televisión (Venevisión), desde donde se comunicó con el país a la 1 a.m., informando acerca de la situación y condenando al movimiento insurreccional.
Finalmente, la rendición de los insurgentes comenzó una vez que las tropas leales retomaron el Palacio de Miraflores a las 4 a.m. y se prolongó hasta cerca del mediodía del día 4, cuando se entregó el líder de la operación, el comandante Hugo Chávez Frías. El presidente Pérez retornó al Palacio una vez que fue recuperado por las fuerzas del gobierno. Sin embargo, la situación en el resto del país no estaba controlada, ya que a diferencia de la región capital donde el movimiento insurreccional fracasó, en el estado Zulia había triunfado la operación denominada Reconstrucción 92. En tal sentido, su máximo jefe Francisco Arias Cárdenas, quien se desempeñaba como comandante del grupo de artillería misilística José Tadeo Monagas, había tomado a las 12 p.m. la casa del gobernador del estado Oswaldo Álvarez Paz, y desde la misma se proclamó gobernador militar del estado, dando a conocer a través de una emisora radial los motivos del golpe y los principios del MBR-200. Entre los principales puntos estratégicos tomados por las fuerzas de Arias Cárdenas, figuraban el puente sobre el Lago de Maracaibo, el cuartel Libertador, los destacamentos 33 y 35 de la Guardia Nacional, el Cuartel de Patrulleros de la Policía del Estado, la sede de la Disip, instalaciones petroleras de la costa oriental del lago, el canal II de televisión, etc. No obstante, en vista del fracaso de las operaciones en Caracas, Arias depuso las armas.
Aragua y Carabobo fueron otras regiones del país en las que actuaron los golpistas. En cuanto a Maracay, tenemos que se sublevaron 3 batallones de la 41ª Brigada de infantería Paracaidista y el batallón García de Sena, al mando del teniente coronel Jesús Urdaneta Hernández, y el batallón de cazadores General Vásquez, al mando del teniente coronel Jesús Ortiz Contreras. Los combates más intensos se escenificaron en el Cuartel Páez, a 2 cuadras del Palacio de Gobierno, en el Cuartel La Placera, y en la base Libertador. Los rebeldes rodearon la base, pero no lograron ingresar, pero no lograron ingresar en ella ni utilizar los aviones. En la guarnición de Valencia actuaron el batallón blindado Pedro León Torres, el grupo de artillería de campaña Lara, el batallón de apoyo José G. Lugo, una compañía de comunicaciones y una compañía de honor. Durante aproximadamente 15 horas los insurrectos controlaron varios puntos estratégicos de la ciudad, entre ellos el Comando Regional núm. 2 de la Guardia Nacional. El sometimiento de los alzados finalmente se consiguió hacia las 4 p.m. del día, tras la breve alocución a la 1p.m. de Hugo Chávez Frías, quien asumió la responsabilidad del movimiento y solicitó las fuerzas aún rebeldes de Aragua y Carabobo que se rindieran ante el fracaso de las operaciones en Caracas, para evitar mayores derramamientos de sangre.
Durante la mañana del día 5 de febrero de convocó a una sesión bicameral extraordinaria en el Congreso, con el propósito de presentar a la consideración del Poder Legislativo ante la aprobación por parte del Poder Ejecutivo de un decreto que establecía la suspensión de las garantías constitucionales en todo el territorio nacional, así como de un toque de queda. Por acuerdo de las fracciones parlamentarias se resolvió no debatir sobre la materia sino formular un comunicado de condena al intento de golpe. Sin embargo, para sorpresa de todos, el senador vitalicio Rafael Caldera, desatendiendo el acuerdo previo, pronunció un polémico discurso en que rebatió la tesis del magnicidio como motivo de la insurrección, al señalar que dicho movimiento respondía a una crisis más profunda de la democracia venezolana y sus instituciones. El discurso de Caldera se convirtió en un importante suceso político que le sirvió de plataforma para llegar a la presidencia de la República en diciembre de 1993. En cuanto al comandante Chávez y los oficiales de mayor rango involucrados en la insurrección, los mismos fueron recluidos en el Cuartel San Carlos de Caracas y luego en la Cárcel de Yare en los Valles del Tuy. A semanas de este intento, el Tribunal Militar II de Primera Instancia Permanente de Caracas anunció que había 133 oficiales (entre los cuales 24 fueron acusados de dirigir la rebelión y el resto de ser adherentes) y 967 soldados sometidos a la investigación. Con el tiempo, las causas de muchos de los militares presos fueron sobreseídas; otros fueron dados de baja, y otros indultados por el presidente Caldera en 1994 bajo la condición de solicitar su retiro de las Fuerzas Armadas, tal como sucedió con los oficiales que dirigieron la operación.
ASESINOS DE MÀS DE 300 SOLDADOS Y CIVILES CON MÀS DE 2.000 VICTIMAS DEBEN SER PROCESADOS POR PSICÒPATAS DISOCIADOS Y ASESINOS SERIALES DE POBLACIÒN INDEFENSA.
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