Libertarismo


El símbolo sumerio ama-gi, que significa «libertad», es representativo de las distintas tendencias libertarias. Un caso notable es su uso como logo de Liberty Fund,1​ organización educativa que estudia los antecedentes del libertarismo.
El libertarismo o liberalismo libertario (del inglés libertarianism) es una filosofía política que afirma la vigencia suprema de la libertad individual, es decir, el derecho del individuo sobre sí mismo, cuyo límite no es otro que el derecho ajeno. El sustento de la ideología libertaria es la libre asociación, la política antiestatista y la economía capitalista de libre mercado (laissez-faire), pues para los libertarios toda relación humana debe ser producto de pactos voluntarios y la fuerza solo puede emplearse legítimamente contra otros de manera defensiva o ante el incumplimiento de un acuerdo (principio de no agresión).
Las influencias más notables del pensamiento libertario son el liberalismo clásico y el anarquismo filosófico. A pesar de la diversidad de justificaciones teóricas libertarias, todas ellas comparten como principios el respaldo de la asociación voluntaria y la propiedad privada, el reclamo por la desregulación del comercio, la afirmación de la intrínseca libertad y la mínima o nula intervención estatal en cualquier aspecto de la vida.
Al abogar por la maximización de los derechos individuales, los libertarios generalmente se declaran en contra del servicio militar obligatorio, de la prohibición de la venta y consumo de drogas y armas, de la regulación de la sexualidad, la pornografía y la prostitución voluntarias entre adultos responsables de sus actos, y se oponen prácticamente a toda injerencia del Estado en las decisiones del individuo sobre su cuerpo y sus bienes. Sin embargo, para ser libertario no es obligatorio defender todas estas posiciones en su totalidad, cada libertario varia un poco sus opiniones sobre estos temas aún cuando todos estén de acuerdo en una gran cantidad de cosas que forman los pilares de este movimiento, incluso hay algunos temas en los que los libertarios no tienen una opinión definida, como el aborto, las patentes y derechos de autor, las acciones militaresdefensivas, la pena de muerte o la militancia partidista. En resumen, no es necesario cumplir con todas estas características para ser libertario.

Origen del nombre[editar]

Tradicionalmente, el término libertario ha sido muy utilizado como sinónimo de anarquista por los propios anarquistas.2​ Fueron éstos, de hecho, quienes acuñaron el término movimiento libertario para referirse de forma general y ambigua a todos los colectivos e individuos que forman parte del movimiento social anarquista.3
La palabra libertario empezó a usarse con el sentido de individualista-capitalista en los años 1950. Originalmente, en Estados Unidos el término libertario (del inglés libertarian) ya se usaba desde el siglo XIX como sinónimo de individualismo filosófico, pero es a partir de la década de los años 1940 cuando se empieza a usar el término en su acepción de individualista propietarista, cuando Leonard Read comienza a llamarse a sí mismo «libertario», en contraste con «liberal clásico».4​ Luego, en 1955Dean Russell promueve también el uso de la palabra para referirse al libertarismo.5​ De ese modo, desde los años 1950 su uso se incrementa paulatinamente hasta popularizarse en la década de 1970, con Murray N. Rothbard y su Manifiesto Libertario entre otros, cuando ya se identifica plenamente con la filosofía individualista que apoya la libertad individual en lo social y la propiedad privada en lo económico.6

Principios filosóficos[editar]

Principio de no agresión[editar]


«Esta tierra es nuestra tierra. Retrocede, Gobierno»
El libertarismo sostiene que la libertad de una persona para disponer de su cuerpo y de su propiedad privada del modo en que estime oportuno debe ser ilimitada, siempre y cuando esa persona no ejerza coerción sobre otras personas. Los libertarios definen «coacción» como el uso de fuerza física, la amenaza de usarla o el fraude, que altere o pretenda alterar el modo en el que un individuo vaya a usar su cuerpo o propiedad. El principio libertario que prohíbe la coacción se conoce como principio de no agresión, y muchos lo consideran como la idea principal de la cual emanan todas sus demás convicciones políticas.
Una forma de ver esto, y que seguramente es aceptada por la mayoría de los libertarios, es que los más fuertes son quienes tienen mayor poder de influencia sobre los Gobiernos para obtener de éstos acciones que les beneficien y por lo tanto el principio de no agresión es en realidad una garantía de los individuos (débiles frente al poder del Estado) de que la fuerza no va a ser utilizada contra ellos en beneficio de los intereses de los más poderosos e influyentes. Esto significa entonces que los libertarios están naturalmente en contra de los monopolios propiciados por el intervencionismo estatal.
Es de notar que el libertarismo doctrinalmente hace una diferenciación marcada entre propiedad meramente poseída cuya legitimidad podría ser discutible y propiedad legítimamente adquirida la cual es soberana. Esto porque el libertario no «defiende la propiedad» por sí misma sino la libertad individual y dentro de esta se encuentra el derecho de propiedad, que debe respetar el principio de no agresión, que en ciertos casos llevaría a colocar el derecho individual a la propiedad por encima de las consideraciones «estatales» sobre los títulos de propiedad. El libertarismo tradicionalmente aboga por la teoría de la propiedad-trabajo.

Teoría de la justicia[editar]

El libertarismo sostiene que inicialmente los agentes tienen propiedad total sobre sí mismos y poseen poderes morales para adquirir propiedad sobre cosas externas bajo ciertas condiciones. Normalmente se le concibe como una teoría de la justicia, en el sentido de los deberes que nos debemos a cada uno. Así entendido, el libertarismo guarda silencio sobre los deberes impersonales que podamos tener (i.e., deberes para con ninguna persona). El libertarismo puede entenderse como un principio básico o como uno derivativo. Por ejemplo, se le puede defender sobre una base de utilitarismo o sobre una de contractualismo.7​ Sin embargo, tal vez principalmente se le puede entender como una doctrina sobre derechos naturales (o incluso como una doctrina sobre el uso de la fuerza no consensual). La primera exposición conocida de algo cercano al libertarismo es atribuible a John Locke (1632-1704),8​ quien creía que en el Estado de naturaleza todos los individuos eran libres e iguales. En el Segundo tratado sobre el gobierno civil, Locke afirma que del derecho de propiedad sobre uno mismo deriva la libertad de mezclar el propio trabajo con los recursos naturales para constituir así la propiedad privada (apropiación original). Todo individuo tiene derecho a los frutos de su propio esfuerzo (teoría de la propiedad-trabajo).
La defensa contemporánea más influyente se encuentra en la obra de Robert Nozick.9​ Con la publicación del libro Anarquía, Estado y Utopía, Nozick, profesor de la Universidad de Harvard, se convirtió en el principal representante del liberalismo libertario contemporáneo. Nozick afirma que «los individuos tienen derechos, y hay cosas que ninguna persona o grupo puede hacerles sin violar esos derechos». Nozick parte de John Locke para justificar un Estado mínimo, encargado solamente de la seguridad y de la justicia. Enseguida, lanza una crítica a la célebre Teoría de la Justicia de John Rawls.
Por otra parte, Bertrand Russell calificó a su propio punto de vista como «liberalismo libertario» en polémica con el nacionalismo y con el militarismo imperantes durante la Guerra Fría; aun así esta declaración no se relaciona directamente con el liberalismo libertario o libertarismo sino que está relacionado a las simpatías de Russell por el anarquismo.

Derecha o izquierda[editar]

Las bases doctrinales del libertarismo suelen atribuirse al liberalismo clásico y al anarquismo filosófico. En sus orígenes, entre los años 60 y 70, el liberalismo libertario surge como una facción contracultural y antisistema de la derecha política, basada en valores antiautoritarios compartidos por la Nueva Izquierda antiimperialista y por la anticomunista Old Right, como el antiestatismo y el aislacionismo antibélico, aunque caracterizándose en su espíritu individualista pro libre mercado.
Los libertarios se suelen integrar en la derecha política debido a su filosofía propietarista y su liberalismo económico, pero se desmarcan del conservadurismo puesto que este contradiría los principios de libertad del individuo. Por tanto, clasificarlo como doctrina de derecha no es preciso.10
En cuestiones sociales, el libertarismo tiende a considerarse de izquierda, oponiéndose a toda legislación que restrinja las relaciones sexuales privadas consensuales entre adultos (por ejemplo, las relaciones homosexuales, el sexo no marital o no convencional, etc.), a la legislación que restrinja el uso de drogas, que imponga posturas o prácticas religiosas sobre los individuos o al servicio militar obligatorio.11

Objetivismo y libertarismo[editar]

La relación entre la filosofía de Ayn Rand, el objetivismo, y el ideal libertario es compleja.
Por un lado, muchos libertarios han llegado al libertarismo tras sentirse inspirados por las novelas de Ayn Rand.
  • Ayn Rand sirvió de inspiración a muchos jóvenes durante los años 1950 y 1960. Gracias al impacto emocional de la exposición a favor de la Razón y del individualismo presentada por las novelas de Ayn Rand, estos jóvenes encontraron una defensa ética racional del capitalismo y del individualismo (egoísmo racional), y además evitaron el verse envueltos en los movimientos «irracionalistas» y «colectivistas» (en la lógica libertaria) de esa época (beatniksexistencialistashippiesNew Left, etc.). No es casualidad que Jerome Tuccille titulase «Normalmente comienza con Ayn Rand» (It Usually Begins With Ayn Rand, 1972) su historia sobre el movimiento antiestatista pro-capitalista libertario durante los 1960 e inicios de los 1970.
Por otra parte, no todos estos jóvenes, aún inspirados emocional e intelectualmente por las novelas de Ayn Rand, se hicieron necesariamente estudiantes de objetivismo. Muchos de ellos incluso buscaron alianzas con la New Left estadounidense y con otros movimientos «antisistema».
En el Gráfico de Pournelle, el objetivismo es situado en el cuadrante superior izquierdo (alto grado de libertad y racionalidad), junto al libertarismo.

Institutos libertarios[editar]

Algunos de los más importantes institutos libertarios:

Véase también[editar]

Referencias[editar]

  1. Volver arriba «Our Logo, Amagi» (en inglés)Liberty Fund. Consultado el 29 de mayo de 2016.
  2. Volver arriba Woodcock, George. Anarchism: A History of Libertarian Ideas and Movements. Broadview Press, 2004.
  3. Volver arriba Anarquistas. Un siglo de movimiento libertario en España, de Dolors Marin.
  4. Volver arriba «A Note on Labels: Why "Libertarian"?». Archivado desde el original el 24 de noviembre de 2015.
  5. Volver arriba Dean Russell, Who is a Libertarian?Foundation for Economic Education, "Ideas on Liberty," May, 1955.
  6. Volver arriba The Achievements of Nineteenth-Century Classical LiberalismCato Institute, Cato University home study course module 10.
  7. Volver arriba Véase e.g., Narveson 1988.
  8. Volver arriba Véase Locke 1690.
  9. Volver arriba Véase e.g., Nozick 1974.
  10. Volver arriba Sheldon Richman (15 de enero de 2015). «Libertarismo: ¿de izquierda o de derecha?»Mises Institute. Consultado el 15 de julio de 2016.
  11. Volver arriba Murray Rothbard«For a New Liberty» (pdf) (en inglés)Mises Institute. p. 27. Consultado el 15 de julio de 2016.

Enlaces externos[editar]