EMISIÓN DE ALTO RIESGO
QUE DEBE SER VERIFICADA
EN CONDICIONES PRIMARIAS
DE EMISIÓN PARA DEMOSTRAR
SU LEGALIDAD.
LO LÓGICO ES VENDER AL
PRECIO DE MERCADO SIN
ASUMIR COMPROMISOS.
BONO BASURA.
En finanzas, un bono de alto rendimiento o bono basura es un título de renta fija que tiene un alto riesgo de impago y que en contraprestación tiene que pagar un tipo de interés más alto. Generalmente, es emitido por un entidad poco conocida o de mala recomendación.1 Son (bono de grado no-inversión, bono de grado especulativo) bonos de baja calificación crediticia que están clasificados por debajo del denominado grado de inversión. Estos bonos tienen un alto riesgo de suspensión de pagos u otros eventos crediticios adversos, pero suelen pagar un cupón más lucrativo que los bonos de mejor calidad para hacerlos atractivos a los inversores.
Índice
[ocultar]Flujos y niveles[editar]
La emisión global aumentó a más del doble en 2003 a más de 146 mil millones de dólares en instrumentos expedidos por menos de 63 mil millones en 2002, aunque esto es aún menos que el récord mundial de 150 mil millones en 1998. Su expedición está desproporcionalmente centrada en EE.UU., aunque instituciones en Europa, Asia y Sudáfrica han recurrido a este tipo de deuda en relación al refinanciamiento y adquisic iones. En 2006, compañías europeas expidieron más de 31 mil millones de euros en bonos basura.2
Riesgo[editar]
El propietario de cualquier deuda es sujeto de un riesgo de tipo de interés y un riesgo de crédito, un riesgo de inflación, un riesgo de divisa, un riesgo de duración, un riesgo de convexidad, un riesgo de repago del principal, un riesgo de liquidez, un riesgo de madurez, un riesgo de reinversión, un riesgo de mercado, un riesgo político y un riesgo de ajuste fiscal. El riesgo de tipo de interés se refiere al riesgo del valor de mercado de un bono cambie debido a cambios en la estructura o en el nivel de las tasas de interés o expansiones de crédito. El riesgo de crédito de un bono basura se refiere a la probabilidad o la probable pérdida sobre un evento crediticio (p.e., las pérdidas del obligante sobre pagos calendarizados o se declara en bancarrota, o reestructuración del bono), o un cambio en la calidad del crédito se expide por una agencia de clasificación incluyendo a Fitch, Moody's o Standard & Poors.
Una agencia de clasificación de créditos busca describir el riesgo con una clasificación como AAA, para Estados Unidos de América, las cinco principales agencias son Standard & Poor's, Moody's, Fitch Ratings, Dominion Bond Rating Service y A.M. Best. Los bonos en otros países pueden ser clasificados por agencias estadounidenses o por agencias de clasificación de créditos locales. Las escalas de clasificación cambian; la escala más popular usa (en orden de incremento en el riesgo) las clasificaciones AAA, AA, A, BBB, BB, B, CCC, CC, C, con la clasificación adicional D para deudas que ya presentan atrasos. Los bonos de Estado y los bonos emitidos por empresas patrocinadas por el gobierno (GSE's) son usualmente considerados en una categoría de cero-riesgo sobre la AAA; y categorías como AA y A algunas veces se dividen en categorías más específicas como "AA-" o "AA+".
Bonos clasificados como BBB- y más arriba son llamados bonos de grado de inversión. Los bonos clasificados por debajo del grado de inversión en su fecha de emisión son llamados bonos de grado especulativo, o coloquialmente bonos basura.
Las deudas clasificadas muy bajas ofrecen mejores rendimientos, haciendo a los bonos especulativos vehículos de inversión atractivos para algunos tipos de portafolios y estrategias financieras. Algunos fondos de pensión y otros inversionistas (bancos, compañías aseguradoras), sin embargo, por sus estatutos tienen prohibido invertir en bonos que estén clasificados por debajo de un cierto nivel de riesgo. Como resultado, las seguridades con clasificaciones bajas tienen una base de inversionistas diferentes que los bonos de grado de inversión.
El valor de los bonos especulativos es afectado en mayor medida que los bonos de grado de inversión por la posibilidad de la suspensión de pagos. Por ejemplo, en una recesión las tasas de interés pueden caer, y la caída en las tasas de interés tiende a incrementar el valor de los bonos de grado de inversión; sin embargo, una recesión tiene a incrementar la posibilidad de la suspensión de pagos de los bonos de grado especulativo.
Usos[editar]
Los bonos de grado especulativo originales eran bonos que habían sido de grado de inversión cuando habían sido emitidos, pero de los que el emisor había caído en cuanto a su clasificación y la posibilidad de suspensión de pagos aumentado significativamente. Esos bonos son llamados "Ángeles Caídos".
Michael Milken, directivo de la banca de inversiones, se dio cuenta que los ángeles caídos habían sido menos valorados de lo que en realidad valían. Su tiempo con bonos de grado especulativo comenzó con su inversión en ellos. Fue más tarde cuando él y otros banqueros inversores en Drexel Burnham Lambert, seguidos por aquellos de firmas competidoras, comenzaron a organizar la emisión de bonos que estuvieran en grado especulativo desde el inicio. Bonos de grado especulativo, por tanto, se volvieron ubicuos en los años 1980 como un mecanismo financiero en fusiones y adquisiciones. En una compra con dinero prestado, el adquiriente emitirá bonos de grado especulativo para ayudar a pagar por la adquisición y luego emplear el flujo de caja del objetivo para ayudar a pagar la deuda.
En el 2005, más del 80% de la suma principal de deuda emitida por compañías de Estados Unidos fueron usadas para propósitos corporativos en lugar de adquisiciones y compras.[cita requerida]
Los bonos basura también pueden ser reempaquetados en obligaciones colateralizadas de deuda, aumentando la clasificación de crédito de las partes de la inversión más importantes sobre la clasificación de la deuda original. Las partes más importantes pueden cumplir los requerimientos de la clasificación de crédito de los fondos de pensión y de otros inversionistas institucionales a pesar del riesgo significante de la deuda original.
Índices de los Bonos basura[editar]
Los índices de los bonos basura existen para inversionistas dedicados en el mercado. Los índices para el amplio mercado de los bonos basura incluyen el CSFB High Yield II Index (CSHY), el Merrill Lynch High Yield Master II (H0A0), y el Bear Stearns High Yield Index (BSIX). Algunos inversionistas, prefiriendo dedicarse a inversiones mejor clasificadas y menos arriesgadas, usan el índice para incluir solamente seguridades BB y B, tales como el Merrill Lynch BB/B Index. Otros inversionistas se centran en la deuda de menor calidad, CCC, o en seguridades ya en deuda y protegidas por la bancarrota, usualmente definidas como las que rinden 1000 puntos base sobre los bonos gubernamentales equivalentes.
Referencias[editar]
- ↑ Hernández, Gustavo. Diccionario de economía. Universidad Cooperativa de Colombia. ISBN 958-8205-80-8.
- ↑ [Bryant Edwards et al,Bonos basura en Francia (inglés) (Latham & Watkins LLP 2006)
Venta de bonos a Goldman Sachs: datos políticos esenciales
Según el medio financiero estadounidense The Wall Street Journal (WSJ), en un artículo publicado el día de ayer 28 de mayo, el Banco Central de Venezuela (BCV) habría concretado a través de un corredor financiero la venta del bono Pdvsa 2002 con el banco estadounidense Goldman Sachs.
El medio afirmó que el BCV recibiría aproximadamente 865 millones de dólares por la operación, con base a un descuento del 31% sobre el precio del instrumento que vence en 2022 y ostenta un valor de 2 mil 800 millones de dólares. El bono emitido en 2014 había sido adquirido por el BCV luego de la emisión realizada por Pdvsa.
Ahora bien. En este punto del conflicto y en el marco de las complejidades que lo componen, poco tiene sentido referirse únicamente a los aspectos técnicos y financieros de la operación sin observar con detenimiento lo verdaderamente importante: sus implicaciones políticas.
Vamos por partes.
1. El chantaje parlamentario de la oposición. Buena parte de la actividad legislativa del parlamento venezolano dominado por el antichavismo ha consistido en boicotear las operaciones financieras de la República y sobre todo de Pdvsa.
El punto clímax de esta maniobra se ubica en la carta enviada hace unas semanas desde la presidencia de la Asamblea Nacional (AN), liderada por Julio Borges, a más de una decena de bancos internacionales para exigirles (con tono de amenaza) que no prestaran dinero al Gobierno venezolano, ya que según la oposición además de ser "ilegal" e "inmoral" estarían apoyando a una "dictadura" conectada con "el terrorismo y el narcotráfico".
Incluso Borges ha amenazado a Goldman Sachs con no reconocer sus inversiones en su supuesto gobierno de la MUD. Una pésima señal al mercado financiero sobre los beneficios que ofrece la "transición" a importantes actores del mundo financiero global.
El chantaje político y legal del antichavismo en el parlamento quedó sin efecto a la luz de esta operación, poniendo en relieve no sólo su poca capacidad de influir en las decisiones de grandes entidades financieras, sino la estridencia de una derrota política donde se concentra buena parte de sus activos políticos: el descontento de la población mediante la aplicación de estrategias de guerra económica y financiera.
Nuevamente quedan desautorizados por actores de poder político y económico mucho más pesados que no los toman en cuenta.
2. Falsedades varias. Aunque el comportamiento subnormal de algunos economistas opositores intenta imponerse, incluso negando la versión del WSJ, la transacción no fue realizada directamente entre el BCV y Goldman Sachs.
Según RT en español, un banco radicado en el Caribe compró el bono Pdvsa 2022 al BCV, delagando posteriormente en un corredor la negociación de dichos papeles en el mercado, donde el banco Goldman Sachs finiquitó la compra. El BCV no estuvo involucrado en la operación directamente, como tampoco en la decisión de quien sería el comprador final.
Por otro lado, asumir que el Gobierno "claudica en sus principios" porque el BCV hizo un negocio indirecto con la banca estadounidense en un momento económicamente complejo para el país, es igual de estúpido que negar la épica de Fidel Castro únicamente por permitir que la cadena Meliá instalara hoteles en Cuba o negar el papel histórico de Hugo Chávez porque Pdvsa seguía vendiendo petróleo a Estados Unidos.
Habría que preguntarse si con panfletos ideológicos Fidel contuvo el hambre durante el período especial o si Hugo Chávez pudo crear las misiones para sacar de la extrema miseria a millones de venezolanos.
El dinero (expresado en forma de deuda o exportaciones) es un asunto del capitalismo como único sistema social, cultural y económico de escala planetaria, donde nadie escapa. Eso ya estaba definido antes de que naciera Fidel o Chávez.
Qué hacer con el dinero, sin embargo, sí es un asunto político. Y Fidel y Chávez narran esa cualidad: utilizar el dinero -políticamente- para proteger a la población ante momentos de dificultades con base a un plan político.
3. El Dicom y la dificultad del momento. En este sentido la operación, aunque en forma se exprese en términos financieros, en el fondo es política. El análisis sobre los aspectos técnicos de la negociación pierde validez ante la necesidad política de colocar un torniquete a la inflación, en un contexto global de sobrevivencia donde ningún país del mundo puede jactarse de "ganarle" una transacción al capital global.
El Gobierno venezolano, al entender el estado de guerra en el que se encuentra el país, toma la decisión política de priorizar la urgencia del momento por sobre los tecnicismos y la ilusión de sapiencia financiera, hoy desbaratadas con estridencia en Brasil y Argentina. Contrario a esos dos casos, la operación financiera que llevó a cabo el Gobierno venezolano tiene como prioridad a la gente y no el desbaratamiento del país.
El plan de recuperación económica que encabeza el Gobierno venezolano enfrenta actualmente un complicado cuadro económico signado por una inflación incesante y la precariedad del salario, a raíz de las deformaciones especulativas del mercado paralelo, el bloqueo financiero vía manipulación del riesgo-país y la caída de los precios del petróleo.
El Dicom como estrategia para normalizar las alteraciones del mercado cambiario que producen la inflación necesita de un flujo importante de divisas que no sólo revierta la espiral del dólar paralelo, sino que construya un mercado sólido para estabilizar el sistema de precios y por ende revalorizar el salario. Allí está el sentido político y económico de la operación.
4. Inmadurez e imbecilidad de los voceros del antichavismo. Rápidamente voceros financieros importantes de la oposición salieron a condenar la operación. Como el caso de la mala imitación de Chicago Boy, el diputado por Primero Justicia, Ángel Alvarado.
En varios tuits acusó a Goldman Sachs (el banco más poderoso del mundo, que actualmente controla altas posiciones en el gobierno de Estados Unidos y de la Unión Europea) de ser el "soporte de la dictadura". Una opinión que contradice su desesperada narrativa de que el régimen está a punto de caer.
Asimismo acusó a sus directivos de enriquecerse con "la dictadura", nombrando al especulador financiero que apoyó a Hillary Clinton durante las pasadas elecciones presidenciales, Warren Buffet.
Esta postura (secundada por Henrique Capriles) expresa con nitidez la inmadurez, la insolencia y la grave desubicación de quienes dicen estar preparados para gobernar y asumirían puestos claves del sistema financiero venezolano.
Se ganan de enemigos a monstruos financieros (no sólo a Goldman Sachs) que podrían ser sus aliados y prestamistas ante una hipotética toma del poder político en Venezuela. Amenazan y generan una profunda desconfianza en titanes de las finanzas globales, con un poder casi oligopólico sobre el mercado e instituciones claves a nivel multilateral, a las cuales sí o sí tendrían que acudir siendo gobierno para tener una base económica medianamente estable.
Estas posturas subnormales e infantiles en forma y fondo, levantados por un diario de audiencia global que determina maniobras financieras enormes, no sólo emiten señales negativas y de desconfianza sobre su capacidad política ante la arena internacional, sino que también los desprestigia como operadores en los cuales sea rentable invertir para llevar a cabo la soñada transición.
UN BONO BASURA CON ALTO RENDIMIENTO Y SIN COBERTURA NI GARANTÍAS ESTA SUJETO AL RIESGO DE NO SER CANCELADO SI LAS CONDICIONES PRIMARIAS
ResponderEliminarDE EMISIÓN ESTÁN VICIADAS DE ILEGALIDAD.
EN ESTE CASO LA REFORMULACIÓN DEBE HACERSE A CONVERTIRLOS EN "BONOS CERO CUPÓN" CON EL PRECIO DE MERCADO MÁS BAJO DESDE SU EMISIÓN Y ALARGANDO EL PLAZO PARA MINIMIZAR COMPROMISOS FUTUROS. AL DILUIRSE LOS RENDIMIENTOS EL MERCADO LOS VUELVE A TASAR HASTA CONVERTIRLOS EN INSTRUMENTOS DE ALTO RIESGO POR EL IMPAGO YA DECRETADO.