DIPUTADOS DE LA ASAMBLEA NACIONAL :
DECRETEN YA UN GOBIERNO DE TRANSICIÓN ANTES DE SEA TARDE.
1 julio 2017
Todo gobierno medianamente democrático si llega a una deslegitimación y fracaso parecidos a los de Maduro, renuncia y convoca a elecciones.
La Constitución venezolana para situaciones similares prevé el referendo para revocar al presidente antes de su término.
Maduro tramposamente lo impidió; luego anuló la Asamblea Nacional y aplazó las elecciones regionales; ahora pretende eliminar la Constitución con una “constituyente” no convocada por el único que lo puede hacer, el pueblo.
Es una locura pensar que la actual desesperación deba y pueda prolongarse hasta fines de 2018. El creciente sufrimiento de la gente pide a gritos 𝐜𝐚𝐦𝐛𝐢𝐨 𝐲𝐚: cambio de presidente y de régimen, 𝐜𝐨𝐧 𝐝𝐞𝐜𝐢𝐬𝐢𝐨𝐧𝐞𝐬 𝐢𝐧𝐦𝐞𝐝𝐢𝐚𝐭𝐚𝐬 para no seguir muriendo en la calle con la brutal represión o por hambre y falta de medicinas, a causa de la corrupción e ineptitud gubernamentales. El Ejecutivo se ha convertido en verdugo del pueblo y se ha vuelto tiránico.
𝐂𝐚𝐦𝐛𝐢𝐨 𝐲𝐚 para rescatar la Constitución y emprender de inmediato el camino de la reconstrucción, evitando más muertes y miseria. Para salir de este régimen sin esperanza hace falta 𝐜𝐮𝐚𝐧𝐭𝐨 𝐚𝐧𝐭𝐞𝐬 𝐮𝐧 𝐠𝐨𝐛𝐢𝐞𝐫𝐧𝐨 𝐧𝐚𝐜𝐢𝐨𝐧𝐚𝐥 𝐝𝐞 𝐭𝐫𝐚𝐧𝐬𝐢𝐜𝐢ó𝐧 que tome de modo excepcional medidas de emergencia y convoque elecciones democráticas, previo saneamiento con remoción de los ilegales magistrados del TSJ y de los miembros serviles del CNE.
Urge hablar públicamente para madurar un gobierno de transición saliendo del actual Ejecutivo deslegitimado. Sería un grave error pensar en elecciones inmediatas.
Antes necesitamos atender con apoyo internacional la creciente emergencia humanitaria propia de una posguerra, liberar a todos los presos políticos, abrir el regreso de los exiliados, convocar a los empresarios a la activación de la emergencia productiva y atraer a los inversionistas con un nuevo espíritu democrático, libre iniciativa y garantías jurídicas.
Urgen el refinanciamiento de la deuda y multimillonarios préstamos económicos para insumos productivos y para necesidades vitales de consumo. Nada de esto podría conseguir una nueva dictadura militar y tampoco un frágil ganador de elecciones partidistas con todos los demás (chavistas o no) en la oposición.
Es necesario un gobierno de transición con metas claras y tareas concretas, con amplio apoyo nacional por encima de parcelas partidistas. 𝐔𝐧 𝐠𝐨𝐛𝐢𝐞𝐫𝐧𝐨 𝐪𝐮𝐞 𝐢𝐧𝐜𝐥𝐮𝐲𝐚 𝐚 𝐨𝐩𝐨𝐬𝐢𝐭𝐨𝐫𝐞𝐬 𝐲 𝐜𝐡𝐚𝐯𝐢𝐬𝐭𝐚𝐬, 𝐮𝐧𝐢𝐝𝐨𝐬 𝐞𝐧 𝐮𝐧 𝐞𝐬𝐟𝐮𝐞𝐫𝐳𝐨 𝐝𝐞 𝐬𝐚𝐥𝐯𝐚𝐜𝐢ó𝐧 𝐧𝐚𝐜𝐢𝐨𝐧𝐚𝐥. Tal vez hace un año el gobierno de Maduro hubiera podido abrir este camino, pero ahora es imposible.
El gobierno de transición debe fijar fecha de elecciones libres antes de un año, con condiciones democráticas y transparencia. Mientras ese gobierno responde a la población con medidas urgentes, a los diversos grupos políticos y sociales les corresponde llegar antes de las elecciones a una especie de 𝐩𝐚𝐜𝐭𝐨 𝐝𝐞 𝐠𝐨𝐛𝐞𝐫𝐧𝐚𝐛𝐢𝐥𝐢𝐝𝐚𝐝, con el compromiso de reconocer y apoyar a quien gane la Presidencia.
Pacto con un programa básico de salvación nacional y de reconstrucción, de no menos de diez años, apoyado por gobernantes y opositores democráticos. Todo ello imposible sin un gran apoyo internacional político, económico y humanitario.
Entramos derrotados a la modernidad del siglo XXI y a la superación de la pobreza. Ahora tenemos que subir una escarpada alta montaña de reconstrucción y no pensar ilusamente que con salir de este gobierno la tarea está hecha. Pero antes de empezar la subida enfrentamos un bloqueo dictatorial que impide avanzar.
Quitar ese obstáculo es condición indispensable para seguir, pero, por terquedad de un régimen corrupto y sin esperanza, se nos van en ello vidas, tiempo y energía, cuando urge desarrollar negociaciones e imaginación constructiva. La atención debe centrarse en la difícil subida de mañana y los requisitos para coronarla con éxito.
Sin dejar la actual protesta de calle (acción decisiva para desbloquear los caminos constitucionales) debemos simultáneamente empezar a formar un gobierno de transición con hombres y mujeres de diversa procedencia pero unidos con claridad programática y decididos a no prolongarse en el poder más allá de los meses de transición emergente
𝐔𝐧 𝐠𝐨𝐛𝐢𝐞𝐫𝐧𝐨 𝐝𝐞 𝐭𝐫𝐚𝐧𝐬𝐢𝐜𝐢ó𝐧, 𝐜𝐨𝐧 𝐭𝐨𝐝𝐚𝐬 𝐥𝐚𝐬 𝐝𝐞 𝐥𝐚 𝐥𝐞𝐲, 𝐜𝐨𝐧 𝐮𝐧𝐚 𝐅𝐮𝐞𝐫𝐳𝐚 𝐀𝐫𝐦𝐚𝐝𝐚 𝐝𝐞𝐜𝐢𝐝𝐢𝐝𝐚𝐦𝐞𝐧𝐭𝐞 𝐝𝐞𝐦𝐨𝐜𝐫á𝐭𝐢𝐜𝐚 𝐲 𝐝𝐞𝐟𝐞𝐧𝐬𝐨𝐫𝐚 𝐝𝐞 𝐥𝐚 𝐂𝐨𝐧𝐬𝐭𝐢𝐭𝐮𝐜𝐢ó𝐧.
Basarnos en la Constitución y en lo que nos queda de instituciones legítimas; en primer lugar, la Asamblea Nacional en alianza con el pueblo sufriente alzado y con la fiscal convertida en defensora de la democracia y unidos en el rescate del CNE y TSJ. La Fuerza Armada está obligada e invitada a asumir su responsabilidad constitucional y democrática en la difícil reconstrucción del país, con lo que recuperará los perdidos reconocimiento y afecto del pueblo.
𝐋𝐚 𝐚𝐥𝐞𝐠𝐫í𝐚 𝐝𝐞 𝐕𝐞𝐧𝐞𝐳𝐮𝐞𝐥𝐚 𝐬𝐞𝐫á 𝐢𝐧𝐦𝐞𝐧𝐬𝐚 𝐜𝐮𝐚𝐧𝐝𝐨 𝐯𝐞𝐚𝐦𝐨𝐬 𝐚𝐩𝐚𝐫𝐞𝐜𝐞𝐫 𝐮𝐧 𝐠𝐨𝐛𝐢𝐞𝐫𝐧𝐨 𝐝𝐞 𝐭𝐫𝐚𝐧𝐬𝐢𝐜𝐢ó𝐧 𝐫𝐞𝐚𝐥𝐦𝐞𝐧𝐭𝐞 𝐩𝐥𝐮𝐫𝐚𝐥, 𝐝𝐞 𝐠𝐞𝐧𝐭𝐞 𝐡𝐨𝐧𝐫𝐚𝐝𝐚 𝐞 𝐢𝐧𝐭𝐞𝐥𝐢𝐠𝐞𝐧𝐭𝐞 𝐮𝐧𝐢𝐝𝐚 𝐞𝐧 𝐮𝐧 𝐩𝐫𝐨𝐠𝐫𝐚𝐦𝐚 𝐩𝐨𝐥í𝐭𝐢𝐜𝐨 𝐝𝐞 𝐢𝐧𝐭𝐞𝐫é𝐬 𝐬𝐮𝐩𝐞𝐫𝐢𝐨𝐫: 𝐥𝐚 𝐬𝐚𝐥𝐯𝐚𝐜𝐢ó𝐧 𝐝𝐞𝐥 𝐩𝐚í𝐬.
Cuanto más se haga esperar, más grave y dolorosa se volverá la actual agonía.
Maduro usted, al cerrar los caminos de cambio, se convirtió en el eje de un régimen que tortura a Venezuela y ahora quiere perpetuarlo con el fraude de la asamblea constituyente. Renuncie y quite el bloqueo que impide el inicio del ascenso a la montaña de la reconstrucción democrática con rescate de la esperanza y de la unidad nacional.
𝐒𝐣. 𝐋𝐮𝐢𝐬 𝐔𝐠𝐚𝐥𝐝𝐞
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